Chamán pronóstico 2022: ¿Hacia dónde va el planeta?

Otra noticia del Perú, esta vez a escala casi cósmica. ¿Sabes cómo se preparan los chamanes locales para el nuevo año? Mientras decoramos el árbol y elegimos los regalos, al otro lado del globo, curanderos y magos quechuas realizan un ritual místico con ofrendas a la Pachamama. «Pachamama», o «Mama Pacha», traducido del idioma de los indios significa «Madre Tierra». Los chamanes quechuas siempre tratan de estar en contacto con ella. Pero antes de la renovación del ciclo anual, ofrecen una oración especial a la naturaleza en nombre de algunas metas globales. Esta vez le pidieron al universo el fin de la pandemia del COVID-19.

Los magos peruanos llegaron a la reunión de diferentes partes del país: de la costa del Pacífico, de la sierra andina y de la selva amazónica. Para las ofrendas a la Madre Tierra, subieron al Monte San Cristóbal, el punto más alto de Lima, la capital de Perú. Se cree que la Pachamama vive en las montañas, por lo que para los rituales dedicados a ella, los místicos suelen subir más alto. San Cristóbal, un cerro cónico de 400 metros de altura, es ideal para esto, ya en tiempos de los incas era considerado un lugar de poder.

“Nos hemos reunido en esta montaña sagrada, llenos de piedad, fe y esperanza, deseando orar al Padre Sol, a la Madre Tierra, a la Madre Agua y al Padre Aire para que pongan fin a todo este caos que tanto dolor ha causado a toda la planeta”, explicó el chamán local Félix Roldán.

Pachamama es responsable de la fertilidad (la mayoría de las veces se le pide una buena descendencia del ganado), de los cultivos y de la salud. Representantes del pueblo quechua acuden a ella con pedidos de orden en estas zonas, no solo en Nochevieja. El ritual habitual, por regla general, consta de dos partes: primero debe colocar un altar, una especie de «colina» de piedras (en este caso, en el idioma quechua, la estructura se llama «apachetu»), o de troncos (tal altar se llama «ilya»). Luego debe hacer una ofrenda: se arrojan hojas de coca masticadas sobre el altar, esta planta ha sido un elemento importante de la cultura de los pueblos andinos durante miles de años. Los Incas trajeron las hojas de coca como regalo al Sol y las usaron con fines medicinales, así como para aumentar la resistencia. Las hojas se vierten con vino o cerveza de maíz, que aquí se llama «chicha».

Esta vez, los chamanes agregaron otro símbolo importante al ritual tradicional: colocaron un círculo con pétalos, dentro del cual colocaron el número «2022». Las semillas de plantas sirvieron como material para su fabricación. Y en el altar había retratos de presidentes: Joe Biden, Vladimir Putin y Vladimir Zelensky. Al observar las tensas relaciones entre Rusia y Ucrania, los magos peruanos decidieron pedirle también a la Pachamama que no habría guerra. Por eso, al son de una pandereta, llamaron con fuerza a nuestro planeta no sólo a la salud, sino también a la paz. Los chamanes colocaron una foto de Joe Biden en el altar junto a los retratos de los líderes de Rusia y Ucrania, pues lo consideran una figura clave para desescalar el conflicto.

Como resultado, el ritual resultó ser muy dinámico: los místicos tuvieron que trabajar en dos frentes a la vez: fumigar el círculo o el altar a su vez con tabaco de mapacho e incienso de palo santo, así como rociar retratos y el número «2022» con una infusión de plantas sagradas. Además de la pandereta, los chamanes usaban sonajas de maracas y tocaban cuernos de toro.

“Será un año muy favorable para todos los países. Muy buena dinámica y avances en el área de la salud, todos los conflictos se calmarán. Todo estará lleno de paz, tranquilidad y buena salud”, dijo el curandero Andrés de Los Santos. “La economía del planeta se ha visto muy golpeada, pero vamos a salir adelante. Estados Unidos será el principal líder para empujar a la mayoría”, agregó.

Es muy probable que la Pachamama haya escuchado el rezo de los chamanes, y en el nuevo año realmente nos espera la salud y la paz. Tal apelación a la Madre Naturaleza se considera especialmente efectiva desde el punto de vista de la magia de los nativos americanos, ya que los chamanes quechuas realizan tales rituales solo una vez al año, y tratan de dirigir el poder de su espíritu a importantes asuntos nacionales e internacionales.

Por ejemplo, un año antes vaticinaron el triunfo de Joe Biden en las elecciones estadounidenses y la presidencia de Pedro Castillo en Perú.